Muchos proyectos, pocos reconocimientos
El próximo 14 de agosto se cumplirá un año del fatídico accidente que dejó, además de 43 fallecidos, una huella en los ingenieros. La misma que llevan predicando durante años después de la crisis financiera: el futuro consiste en preservar y mantener adecuadamente las infraestructuras existentes. Con miles de puentes, presas, carreteras o cualquier otro tipo de construcciones en el mundo, ese futuro se ha convertido en presente. Aunque para el Puente Morandi hallamos llegado tarde, el nuevo se convertirá en otra obra más que cuidar, entrando en el bucle infinito de: Diseñar – Construir – Mantener – Destruir. Y el papel de los Ingenieros de Caminos se encuentra en todas las fases pero, ¿somos capaces de demostrarlo?